Los Estados tienen el deber de investigar, juzgar y sancionar a las personas responsables de tortura

GINEBRA/PANAMÁ (26 de junio de 2014). En el Día Internacional en Apoyo a las Víctimas de la Tortura, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, hizo un llamado a todos los Estados “a investigar y procesar las denuncias de torturas o tratos crueles inhumanos o degradantes y […] asegurar, por todos los medios, que dichas prácticas se prevengan”.

La Alta Comisionada señaló que todos los días hombres, mujeres y niños y niñas son deliberadamente y atrozmente torturados. Sufren aislamiento prolongado, largos interrogatorios y les son retirados los tratamientos médicos, agua y alimentos durante largos periodos de tiempo. En el todo el mundo, hay ciento de miles de víctimas y decena de miles de lugares de torturas ya sea en países con dictaduras, en transición política o con una larga tradición democrática.

“La tortura es un crimen y se prohíbe bajo la Convención de Naciones Unidas contra la tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes. Está prohibida bajo toda circunstancia, sin excepción”, señaló la señora Pillay. “Los Estados deben también asegurar que las víctimas de la tortura y malos tratos obtengan una completa y efectiva reparación”, añadió.

Diariamente, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU y activistas de derechos humanos reciben información sobre casos de tortura en todo el mundo. En muchos casos, aquellos que han ordenado y cometido estas violaciones escapan de la justicia pues son protegidos o cuentan con medidas especiales de amnistía. “Los gobiernos cómplices de esta impunidad no solamente violan el derecho a la justicia de las víctimas sino también los derechos humanos de todas las personas”, indicó la señora Pillay.

Por su parte, expertos de derechos humanos de la ONU señalaron que “un mundo libre de tortura será posible cuando los fiscales y los jueces se nieguen a utilizar confesiones obtenidas bajo coerción e insistan en investigar los actos de tortura y procesar a los responsables”, señaló Claudio Grossman, presidente del Comité contra la Tortura. “En algunos países, los actos de tortura son una práctica sistemática, en otros son incidentes aislados. Los principales autores pueden ser funcionarios públicos, grupos ilegales, pandillas o individuos que torturan con el consentimiento expreso o tácito del Estado”, señalaron los expertos.

Para conmemorar el 30 aniversario de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, un grupo de Estados ha puesto en marcha una iniciativa mundial de 10 años para lograr la ratificación y aplicación universal de la Convención. “Este es un proyecto ambicioso y este día, 26 de junio, conmemora el sufrimiento de las víctimas y nos recuerda el largo camino por delante”, agregó Grossman.

FIN

El Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura, que es administrado por la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, proporciona asistencia financiera a organizaciones que ofrecen asistencia psicológica, médica y social a las víctimas de la tortura, así como asistencia jurídica y apoyo financiero. http://donatenow.ohchr.org/torture/.

Para obtener más información sobre la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, por favor visite http://www.ohchr.org

 

 

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