GINEBRA (9 de septiembre de 2019) — En un mundo donde más de 40 millones de personas son esclavizadas y una de cada cuatro víctimas es un niño, es probable que el flagelo de la esclavitud moderna aumente como resultado de la degradación ambiental, la migración y los cambios demográficos, declaró el lunes una experta de la ONU.
La Relatora Especial sobre formas contemporáneas de esclavitud, Urmila Bhoola, manifestó en un informe presentado al Consejo de Derechos Humanos en Ginebra que más del 60 por ciento de las personas que desempeñan trabajos forzosos en el sector privado y que el 98 por ciento de las mujeres y niñas sometidas a trabajos forzosos han experimentado violencia sexual.
“Estas cifras, cuatro años después de que los Estados se comprometieron con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, deben servir como una llamada de atención”, subrayó Bhoola. “Es probable que el número de personas en riesgo de ser explotadas o esclavizadas aumente en función de varios factores. A raíz del cambio climático, las personas pueden perder sus medios de vida, los jóvenes que no tienen acceso a un trabajo decente pueden migrar a través de canales inseguros y los cambios en el mundo del trabajo, como la automatización, pueden expulsar a las personas ya vulnerables de sus trabajos. Tales escenarios pueden aumentar la vulnerabilidad de las personas a la esclavitud”.
“No podemos permitirnos seguir esperando mientras más y más personas son conducidos hacia trabajos forzosos, matrimonios serviles o trabajo infantil. Los Estados y las empresas deben actuar ahora para poner fin a la esclavitud, también porque no es rentable económicamente. La esclavitud conduce a mayores costos de salud pública, pérdidas de productividad, externalidades ambientales negativas y pérdida de ingresos”.
Bhoola sostuvo que deben abordarse las redes y sistemas globales que hacen que las personas sean vulnerables a las formas contemporáneas de esclavitud, como los sistemas financieros, de producción y comerciales.
“Al 2030, alrededor del 85 por ciento de los más de 25 millones de jóvenes que ingresan a la fuerza laboral a nivel mundial estarán en países en desarrollo y emergentes. Sus perspectivas para acceder a trabajos que ofrecen trabajo decente determinarán su nivel de vulnerabilidad a la explotación, incluida la esclavitud. Para estar preparados para tales desafíos y abordar la esclavitud de manera más efectiva, es imperativo que los esfuerzos contra la esclavitud sean sistemáticos, científicos, estratégicos, sostenibles, informados por los sobrevivientes e inteligentes”, agregó Bhoola.
“Los esfuerzos actuales para acabar con la esclavitud han sido insuficientes. Los Estados y las empresas deben tomar medidas más decisivas para terminar con la esclavitud al comprometer más recursos para este esfuerzo y al adoptar e implementar políticas públicas que aborden las formas contemporáneas de esclavitud de manera efectiva”.
FIN
Urmila Bhoola (Sudáfrica) fue nombrada Relatora Especial de la ONU sobre las formas contemporáneas de la esclavitud, incluidas sus causas y consecuencias, en junio de 2014. Es independiente de cualquier gobierno y sirve a título individual. Bhoola es una ex jueza del Tribunal Laboral de Sudáfrica. Su nombramiento judicial siguió a veinte años de trabajo como abogada laboral y de derechos humanos en Sudáfrica, y ha recibido muchos premios por su trabajo en derechos humanos e igualdad de género. También ha sido asesora técnica de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre los derechos laborales en la región de Asia y el Pacífico y fue redactora legal principal de la Ley de Equidad en el Empleo de Sudáfrica, diseñada para corregir las desventajas causadas por el apartheid. Su informe más reciente al Consejo de Derechos Humanos se centra en el impacto de la esclavitud y la servidumbre en las trabajadoras migrantes marginadas en la economía doméstica.