OACNUDH celebra la liberación de sacerdotes y exige fin a la persecución religiosa

Ciudad de Panamá, 16 de enero 2024 – La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos – América Central y el Caribe (OACNUDH) acoge con alivio la noticia de la liberación y el traslado a la Santa Sede de 19 sacerdotes, incluyendo a Monseñor Rolando Álvarez, detenido en condiciones inhumanas desde hace más de 500 días, y Monseñor Isidoro Mora, arrestado en diciembre como represalia por referirse al Obispo Rolando Álvarez en una homilía. En diciembre de 2023, más de 20 sacerdotes, seminaristas y laicos habían sido privados arbitrariamente de su libertad por agentes del Estado.

Desde agosto de 2022, OACNUDH documentó la persecución contra cualquier expresión sospechosa de ser crítica con el Gobierno por parte de miembros de la Iglesia Católica, representando una violación flagrante de las libertades de expresión y de religión. Este patrón se ha caracterizado por detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, encarcelamientos, condenas penales y expulsiones de religiosos y religiosas sin debido proceso, las cancelaciones de la personalidad jurídica de organizaciones sociales, universidades y otras organizaciones asociadas a la Iglesia, así como las confiscaciones arbitrarias de sus bienes. También se han documentado declaraciones estigmatizantes por parte del Gobierno, asociando a los dirigentes de la Iglesia Católica con el terrorismo sin bases que sustentaran estas acusaciones.

Debido a las condiciones inhumanas en que se encontraba el Obispo Álvarez y las desapariciones forzadas a las que se había sometido a varias de las 19 personas, poniendo en peligro sus vidas e integridad, la Oficina se alegra por su liberación y porque se encuentren finalmente fuera de peligro. Sin embargo, es fundamental recordar que la detención y expulsión de individuos por ejercer sus derechos fundamentales a la libertad de religión y a la libertad de expresión son una violación de los principios fundamentales de los derechos humanos, tal como están consagrados en los Artículos 18 y 19 tanto de la Declaración Universal de Derechos Humanos como del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos.

El silenciamiento de la Iglesia Católica, las personas defensoras de derechos humanos, la sociedad civil y de cualquier voz que sea sospechosa de ser crítica es incompatible con la construcción de una sociedad justa y una convivencia pacífica, tan anhelada por los y las nicaragüenses. Instamos al Gobierno de Nicaragua a seguir este gesto con acciones que garanticen el pleno respeto a la libertad de expresión, la libertad religiosa y los derechos humanos en el país. Esto incluye adoptar las medidas necesarias para un entorno seguro y propicio que permita que todas las personas, colectivos y comunidades religiosas puedan expresarse libremente sin miedo a represalias

La OACNUDH se mantiene comprometida en su labor de monitorear y reportar sobre la situación de derechos humanos en Nicaragua y en la búsqueda de soluciones a la prolongada crisis de derechos humanos que afecta al país.

Comparte este artículo:

Comments are closed.