Ginebra, 7 de marzo de 2018 – El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, dedicó una importante parte de su discurso anual ante la Sesión 37 del Consejo de Derechos Humanos para referirse a la situación de los derechos humanos en El Salvador, específicamente en cuanto a las ejecuciones extrajudiciales, la responsabilidad de las fuerzas de seguridad ante estos crímenes, la elevada tasa de femicidio y la criminalización del aborto.
Dentro de su intervención, el Alto Comisionado expresó:
“Estoy alarmado por los informes de ejecuciones extrajudiciales por parte de las fuerzas de seguridad en El Salvador, alimentados por una rendición de cuentas muy débil por estos crímenes. Los movimientos para disolver o reestructurar las unidades de policía que han sido acusados de ejecuciones extrajudiciales no reemplazan la necesidad de responsabilizar a los perpetradores.
“La situación de las mujeres y las niñas en el país sigue siendo profundamente preocupante, ya que las tasas de homicidio y violencia contra las mujeres figuran entre las más altas de la región y, con frecuencia, se cometen con impunidad.
“Durante mi misión a El Salvador en noviembre, me conmovió el impacto draconiano de la prohibición absoluta del aborto en el país. Desde octubre del año pasado, al menos 159 mujeres han sido encarceladas desde 1998 bajo esta legislación, más de 20 de ellas por «homicidio agravado» y condenadas a entre 30 y 40 años de cárcel. Muchos dicen que de hecho sufrieron abortos u otras emergencias obstétricas, y que todas las detenidas actualmente son pobres.
“Una y otra vez, siempre son los pobres quienes, al no tener acceso a una buena asesoría legal, sin conexiones familiares, sin dinero para viajar fuera del país, sufren terriblemente, siempre, siempre los pobres.
“Una mujer joven, a quien conocí estando detenida en Ilopango, fue liberada recientemente tras la conmutación de su sentencia de 30 años de cárcel. Sin embargo, ella no ha sido declarada inocente, y no ha recibido ninguna reparación por los más de 10 años que ha pasado en la cárcel. “El saber de que muchos en el país quieren elevar la pena a 50 años, demuestra cuán crueles podemos ser los humanos y la necesidad indiscutible de los derechos humanos.
“El Salvador debe suspender la aplicación de esta legislación mal concebida e inmediatamente revisar todos los casos en que las mujeres han sido detenidas por delitos relacionados con el aborto.”
El Alto Comisionado continuó su intervención ante el Consejo de Derechos Humanos resaltando que hoy día, en muchas partes del mundo, se requiere de “mucho coraje para defender los derechos de las mujeres, incluyendo sus derechos sexuales y reproductivos”, ya que las mujeres continúan sufriendo de legislaciones cada vez más agresivas y amenazas en contra de quienes defienden sus derechos.
“En todos los lugares que he visitado, he tenido el privilegio de conocer mujeres que desafían las restricciones a su libertad. Estas mujeres luchadoras y poderosas nos enseñan, de hecho, me han enseñado, que cada individuo puede ayudar a reconstruir la sociedad y el mundo.”
Como conclusión, el Alto Comisionado felicitó a los numerosos movimientos de la sociedad civil que luchan por la decencia y el respeto de los derechos humanos, incluyendo los derechos de los pueblos indígenas y de las personas LGBTI.
“En el aniversario número 70 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, debemos defender sus principios fundamentales para garantizar un futuro mejor para todos nuestros niños y niñas”, concluyó.
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