Al celebrar el Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo , este 9 de agosto 2015, miramos hacia atrás lo que se ha logrado en los últimos años y vemos lo qué se puede hacer para el futuro. Hace apenas un año, la Asamblea General de Naciones Unidas convocó la Conferencia Mundial de los Pueblos Indígenas y adoptó un Documento Final por consenso.
Como Relatora Especial sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas tomo en serio los compromisos asumidos por los Estados en el Documento Final de la Conferencia Mundial, los Estados dijeron, «Nos comprometemos a adoptar, en consulta y cooperación con los pueblos indígenas, medidas apropiadas a nivel nacional, incluidas medidas legislativas, administrativas y de política, para alcanzar los fines de la Declaración y promover que se conozca entre todos los sectores de la sociedad, incluidos los integrantes de los órganos legislativos, el poder judicial y la administración pública.» Los Estados deben demostrar voluntad política y seriedad en el cumplimiento de sus compromisos y sus obligaciones de derechos humanos.
Casi 7 años han pasado desde la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas fue adoptada también por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Los pueblos indígenas exigen que la Declaración y el Documento Final de la Conferencia Mundial sean correctamente implementadas. En mi calidad de Relatora Especial sigo recibiendo muchos informes de los pueblos indígenas sobre cómo sus derechos, consagrados en la Declaración de la ONU y el Convenio Nº 169 de la OIT, están siendo descaradamente violados no sólo por los estados, sino cada vez más por actores privados como las corporaciones empresariales.
Se ha fortalecido la afirmación de los pueblos indígenas respecto de sus derechos y su resistencia contra incursiones en sus tierras por las industrias extractivas y acaparadores de tierras. Sin embargo, aun continúan la violación sistemática de sus derechos, que van desde detenciones arbitrarias, el etiquetado de las organizaciones indígenas, líderes y activistas como terroristas y sus organizaciones como terroristas, las torturas y ejecuciones extrajudiciales. Su falta de acceso a los servicios sociales básicos y la violación de sus derechos culturales siguen siendo espantosas.
La violencia contra las mujeres indígenas sigue siendo generalizada en muchos países. Los informes muestran una alta representación de mujeres indígenas en las cárceles, en países como Canadá, EE.UU., Australia y Nueva Zelanda, y en estos mismos países, la desaparición y asesinatos de mujeres indígenas es una cruda realidad. Muchos niños indígenas no pueden terminar la escuela primaria, y el acceso de las mujeres indígenas a los servicios de atención de salud es aún limitada. Todo esto socava el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se adoptarán próximamente.
El aumento de las inversiones extranjeras que llegan a muchos países exacerban aún más la pérdida de tierras y recursos de los pueblos indígenas y agravan la destrucción ambiental de sus territorios. Las violaciones de los derechos de los pueblos indígenas están empeorando debido a la continua aplicación del neoliberalismo y el extractivismo, así como el aumento de las inversiones extranjeras acordados en más de 2.700 tratados bilaterales de inversión (TBI). El derecho y la capacidad de los pueblos indígenas a perseguir su propio desarrollo económico, social y cultural está todavía muy desafiados.
¿Dónde reside la esperanza para los pueblos indígenas? Hay un número creciente de comunidades indígenas, organizaciones, instituciones y redes que están fortaleciendo sus capacidades para conseguir que los Estados y las empresas apliquen el Convenio 169 de la OIT y la y la Declaración de la ONU. Estos esfuerzos incluyen la sensibilización sobre sus derechos; diseño e implementación de sus propias vías de desarrollo; realización de mapeos participativos de recursos de la comunidad y el desarrollo de inventarios y uso de herramientas de monitoreo participativo para medir el grado de aplicación de los instrumentos jurídicos y los acuerdos de Objetivos de Desarrollo Sostenible; el uso y la transmisión de los sistemas de conocimientos tradicionales; emprender campañas sobre diversos temas y fortalecer sus propios movimientos en todos los niveles.
Insto a los pueblos indígenas para multiplicar estos esfuerzos. Deben utilizar más eficazmente los instrumentos jurídicos pertinentes y participar activamente con los mecanismos de la ONU sobre los pueblos indígenas. Estos incluyen el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas, el Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y mi mandato, la Relatoría Especial sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Insto a los Estados a implementar en serio la Declaración de las Naciones Unidas y el Convenio Nº 169 de la OIT y los compromisos que asumieron en el Documento Final de Conferencia Mundial. Una disminución sustancial de violaciones de los derechos de los pueblos indígenas conducirá hacia comunidades indígenas más pacíficas y mejores posibilidades de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Los pueblos indígenas deben ser considerados como aliados y socios de los Estados y las Naciones Unidas, así como de otros organismos multilaterales, para abordar el cambio climático, detener la erosión de la biodiversidad, el fortalecimiento de la diversidad cultural y el logro de los ODS. Las contribuciones de los pueblos indígenas para abordar las crisis ecológicas y culturales globales no pueden y no deben ser subestimadas.
Insto a los órganos, agencias, programas y fondos de las Naciones Unidas a implementar la Declaración de las Naciones Unidas y de sus propias políticas o directrices sobre cómo van a trabajar con los pueblos indígenas. La coherencia y la complementariedad entre todos ustedes en la aplicación de la Declaración y el desarrollo e implementación de un Plan de Acción sobre los pueblos indígenas, para todo el sistema, deben ser mejorados. El enfoque basado en los derechos humanos para el desarrollo y las Directrices del GNUD sobre Cuestiones Indígenas deben guiar todo el trabajo que se hace con los pueblos indígenas.
También insto a las empresas a que se adhieran a las Directrices sobre Empresas y Derechos Humanos y directrices sobre el consentimiento libre, previo e informado.
Vamos todos a celebrar el Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo, demostrando nuestra voluntad política colectiva para hacer frente a la grave brecha de implementación en relación con la Declaración de las Naciones Unidas y el Convenio Nº 169 de la OIT.
¡Vivan los pueblos indígenas de todo el mundo!
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La Relatora Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas, Victoria Tauli-Corpuz (Filipinas), es un defensora de derechos humanos que trabaja sobre los derechos de los pueblos indígenas. Su trabajo durante más de tres décadas se ha centrado en la construcción de movimientos entre los pueblos indígenas y también entre las mujeres, y ha trabajado como educador-formador en materia de derechos humanos, el desarrollo y los pueblos indígenas en diversos contextos. Es miembro de los Kankana-ey, pueblos indígenas Igorot en la Región Cordillera en las Filipinas. Como Relatora Especial, es independiente de cualquier gobierno u organización y se desempeña en su capacidad individual.