Por: Douglas Marín / EFE
Coto Brus, Costa Rica – Mientras María Bejarano prepara las fibras y los pigmentos naturales para elaborar bolsos y vestidos tradicionales, su hija alista el arroz pilado para el almuerzo que degustará la familia que habita en una humilde vivienda del territorio indígena Ngäbe-Buglé de Coto Brus, en el sur de Costa Rica, un pueblo con una historia de migración y lucha por preservar su cultura.
El pueblo indígena Ngäbe-Buglé se extiende desde la provincia panameña de Chiriquí hasta las provincias costarricenses de Puntarenas (Pacífico sur) y Limón (Atlántico sur) y tiene una larga historia de movilidad entre los territorios desde antes de que fueran establecidas las fronteras.
En la actualidad la migración de personas indígenas entre ambos países se debe principalmente al trabajo en cosechas agrícolas en Costa Rica.
Al rescate del idioma y la cultura
La preservación del idioma es uno de los objetivos que se han trazado estos pueblos y para ello han contado con el apoyo del Ministerio de Educación Pública (MEP), que a través del Subsistema de Educación Indígenaha nombrado docentes que pueden impartir lecciones de idioma y cultura en los centros educativos ubicados en los Territorios Indígenas de idioma y cultura indígena.
«Me siento muy orgullosa porque mantenemos el idioma que es lo principal y mantenemos lo que es el vestido tradicional y otros implementos que nos identifican», expresó Gisele Bejarano, una líder de la comunidad y vicepresidenta de la Asociación de Desarrollo Integral de la comunidad de La Casona.
Bejarano dijo que los niños y los jóvenes están aprendiendo de sus abuelos las costumbres y las tradiciones, así como la artesanía y el idioma, al que considera como una de las principales riquezas del pueblo.
«El MEP también ha estado nombrando a los maestros indígenas para que trasmitan la cultura y la forma de vivir a los niños. Se ha logrado que una parte de los maestros sean indígenas», explicó.
Otras tradiciones que el pueblo mantiene es el colorido vestido tradicional que utilizan las mujeres desde niñas, así como costumbres en su alimentación basada en producto orgánicos como arroz, verduras y frutas.
María Bejarano trata de mantener viva la cultura mediante la confección de vestidos, sombreros, bolsos, muñecas y todo tipo de artesanías, y para ello cuenta con la ayuda de un grupo de mujeres que hacen el esfuerzo para que las nuevas generaciones sigan sus pasos.
En una humilde casa de la comunidad Ngäbe-Buglé La Casona, vive Celestino Palacios, hijo del fallecido cacique Pedro Bejarano.
Palacios relata que su padre llegó descalzo desde Panamá y que fue uno de los fundadores del territorio hace décadas, y que además luchó por la conservación de las tierras y las costumbres Ngäbe-Buglé.
Palacios es uno de los pocos indígenas que cantan en la lengua nativa y afirma que la comunidad tiene muchos problemas de pobreza y con las leyes que muchas veces no suelen comprender la idiosincrasia de la comunidad.
La migración histórica entre Panamá y Costa Rica
La migración histórica de los indígenas Ngäbe-Buglé de Panamá hacia Costa Rica y la falta de reconocimiento de su condición transfronteriza ha generado por años un problema de reconocimiento de sus derechos, y en particular, de acceso a servicios básicos.
En 2019, la Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica aprobó la Ley de Protección del Derecho a la Nacionalidad de la Persona Indígena y Garantía de Integración de la Persona Indígena Transfronteriza[1]. Entre otras, deben resaltarse algunos elementos relevantes de la Ley:
- Tiene por objeto crear y regular procedimientos especiales para dotar, a la persona indígena transfronteriza, de un acceso pleno a su derecho a la nacionalidad costarricense.
- Crea la categoría de “Persona indígena transfronteriza», entendida como la persona indígena que forma parte de pueblos, cuyo territorio histórico y establecimiento, como entidad poblacional, se produce antes de la existencia de las fronteras que sirven de límite entre Costa Rica y sus países limítrofes, en concordancia con lo estipulado en el artículo 32 del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos Indígenas y Tribales y el artículo 36.1 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
- Todos los trámites de inscripción y expedición de cédula de identidad son gratuitos.
- En los casos en que las personas solicitantes sean indígenas, el Ministerio de Educación Pública deberá definir un procedimiento especial para comprobar el conocimiento del idioma español, la historia y los valores del país, en atención a lo dispuesto en los artículos 1 y 76 de la Constitución Política de Costa Rica.
- Se reforma la Ley General de Migración y Extranjería “Artículo 78- Podrán optar por la categoría migratoria de residente permanente, las personas extranjeras que cumplan los siguientes requisitos: 4) Personas indígenas transfronterizas”.
Entre las poblaciones que se pretende beneficiar se encuentran los indígenas Ngäbe-Buglé que cruzan constantemente la frontera entre Costa Rica y Panamá y que en muchas ocasiones no tienen documentos de nacimiento o identidad, principalmente los más longevos.
La ley pretende facilitar a los indígenas trámites expeditos, gratuitos y asistidos en su lengua para que obtengan la nacionalidad o la residencia costarricense, dependiendo de cada caso.
La ley reconoce el derecho de las personas indígenas transfronterizas a tener la nacionalidad costarricense para poder acceder eficazmente a servicios públicos como salud y educación.
Daniel Andrade vive en el territorio indígena de Coto Brus desde hace décadas y confía en que próximamente podrá obtener su nacionalidad y la cédula costarricense, pues considera que durante años ha sido tratado como «un extranjero».
Gisele Bejarano comentó que «el tema de la nacionalidad siempre ha sido un problema porque la migración ha sido constante de Costa Rica a Panamá y de Panamá a Costa Rica».
Sin embargo, dijo que con la nueva ley «tenemos la esperanza de que las personas que han estado discriminadas y que han vivido tanto tiempo en Costa Rica tengan la posibilidad de tener la nacionalidad».
Según datos oficiales, en Costa Rica, país de 5 millones de habitantes, viven cerca de 104.000 indígenas distribuidos en ocho pueblos: Bribís, Cabécares, Malekus, Chorotegas, Huetares, Teribes, Bruncas y Ngäbe-Buglé, en los cuales se registran altos niveles de pobreza.
Este artículo se desarrolló como parte de una alianza con la agencia de noticias EFE. Las imágenes que ilustran este articulo son propiedad intelectual de EFE.
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