Washington, D.C. — La Comisión Inter-Americana de Derechos Humanos (CIDH), representada por su Presidenta Tracy Robinson y su Secretario Ejecutivo Emilio Álvarez Icaza Longoria, y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, representada por el Alto Comisionado Zeid Ra’ad Al Hussein, firmaron hoy una declaración conjunta de colaboración.
La declaración entre la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas y la CIDH busca fortalecer la colaboración entre los sistemas universal y regional de derechos humanos, reforzando y formalizando prácticas establecidas. Esto incluye acciones conjuntas, consultas e intercambio de información regular y colaboración en el desarrollo normativo, así como diversas otras actividades.
Durante la ceremonia para firmar la declaración, el Alto Comisionado Zeid declaró que “el trabajo de mi Oficina y de la CIDH es complementario. Trabajando conjuntamente podemos hacer más para proteger y promover los derechos humanos en el continente americano.
La Comisión Inter-Americana es un órgano altamente respetado y cuenta con nuestro firme respaldo. Nos preocupa que algunos países muestren cierta resistencia hacia el sistema regional de derechos humanos y alentamos a todos los Estados miembros de la OEA a asumir su responsabilidad de apoyar a la Comisión Inter-Americana, mediante el cumplimiento de sus decisiones y el aporte financiamiento adecuado.”
La Presidenta de la CIDH Tracy Robinson agregó que “las Naciones Unidas y la Comisión Inter-Americana enfrentan desafíos similares. Nuestra alianza por lo tanto es crítica para fortalecer nuestro rol en asistir a los Estados en cumplir con sus obligaciones en materia de derechos humanos y a las víctimas en el goce de sus derechos. Acogemos con beneplácito esta declaración como un importante paso para reforzar los derechos humanos de todos y todas en las Américas y nos alegra la perspectiva de seguir en contacto cercano con el Alto Comisionado, su Oficina y los mecanismos de derechos humanos que apoya.”
El Alto Comisionado Zeid y la CIDH discutieron situaciones de derechos humanos de preocupación común en la región, a fin de priorizar acciones conjuntas. Esto incluye los derechos humanos en el ámbito económico y de desarrollo, así como la violencia e inseguridad que afectan a muchos países de la región. Si bien América Latina y el Caribe han alcanzado importantes progresos en la reducción de la pobreza, la región aún tiene enormes disparidad de ingresos.
La discriminación enraizada es la causa principal y a la vez exacerba esta desigualdad, en particular hacia comunidades indígenas, e induce el conflicto social. La región también tiene las más altas tasas de homicidio en el mundo en zonas sin conflicto armado. Estos niveles tan elevados de violencia e inseguridad constituyen una grave amenaza a todos los derechos humanos y al estado de derecho en la región.