Nos preocupa que la situación en Nicaragua continúa siendo volátil. Según información recibida de fuentes confiables, hasta la fecha al menos 47 personas – la mayoría de ellos estudiantes, dos agentes de policía y un periodista – han muerto en conexión con las protestas que comenzaron a mediados de abril.
Las manifestaciones comenzaron como una reacción a las reformas de la seguridad social, pero ahora se han ampliado para incluir llamados a investigaciones y rendición de cuentas por estas muertes, y a exigir justicia y democracia.
El 7 de mayo solicitamos oficialmente a las autoridades nicaragüenses que nos otorguen acceso al país para que podamos, de acuerdo con el mandato de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, recopilar de primera mano información acerca de los incidentes suscitados a raíz de las manifestaciones públicas y retomar el contacto con las autoridades y otros actores en el país.
Sabemos que la Asamblea Nacional de Nicaragua ha creado una comisión de la verdad para investigar las muertes y las denuncias de tortura y desapariciones forzadas durante las protestas. Para que sus investigaciones sean creíbles, la Comisión debe ser independiente y poder realizar su trabajo de manera transparente e imparcial.
Tomando en cuenta que las demostraciones de protesta continúan, incluyendo una marcha que trascurrió en Managua este miércoles, deseamos reiterar nuestro llamado a un diálogo nacional, creíble e inclusivo.
Información distribuida desde Ginebra por Ravina Shamdasani, Portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.