Palabras de cierre en el Diálogo Regional de las Américas, centrado en “Los pueblos indígenas y el acceso a la justicia”: Alberto Brunori

Palabras de cierre

Alberto Brunori

Representante

Oficina Regional para América Central y el Caribe del Alto Comisionado

de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

26 de octubre 2023

Buenas tardes a todas las personas presentes en este crucial diálogo regional de las Américas, centrado en “Los pueblos indígenas y el acceso a la justicia”.  Hemos estado aquí juntos, dando pasos decididos hacia la creación de un espacio colaborativo, donde el núcleo de las discusiones reside en promover, proteger y garantizar el pleno ejercicio de los derechos humanos, poniendo énfasis en el acceso equitativo de los pueblos indígenas.

Este año marca el 75 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos. En este contexto, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, nos insta a reafirmar nuestro compromiso con estos principios universales. Frente a los desafíos globales actuales, es esencial que reflexionemos sobre la relevancia y actualidad de cada derecho proclamado en la Declaración.  

Este diálogo y las estrategias que se han presentado reflejan  esfuerzo colectivo en esa renovación de compromiso. Es un viaje que emprendemos con la sabiduría adquirida de nuestros aciertos y aprendizajes pasados.

Tras dos días de profundas deliberaciones, análisis y debates, un concepto emerge con fuerza y que quisiera destacar es el reconocimiento.

A lo largo de las últimas décadas, observamos un progreso significativo en el reconocimiento y fortalecimiento de los derechos de los pueblos indígenas a nivel mundial. Desde la adopción del Convenio 169 de la OIT en 1989, hasta la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas en 2007, el marco jurídico internacional ha evolucionado en favor de proteger y promover sus derechos fundamentales. Estos documentos, junto a la lucha constante de las comunidades indígenas, han impulsado cambios legislativos y políticas públicas en diversos países. Como resultado, muchas naciones han comenzado a reconocer sus lenguas, tradiciones, tierras ancestrales y formas de gobierno y de justicia. Sin embargo, a pesar de estos avances, aún persisten desafíos significativos como la discriminación, criminalización y los conflictos por recursos naturales. Es imperativo que el reconocimiento trascienda y culmine en un trato digno, equitativo y justo para las comunidades y pueblos indígenas de la región.

Comprender la naturaleza del derecho indígena es esencial. No es un sistema estático; es dinámico, adaptativo y resiliente. Ha perdurado y prosperado a lo largo de los desafíos de la historia, demostrando ser no solo un conjunto de leyes, sino un proceso cultural y social. No podemos, ni debemos, separar el derecho indígena de la esencia de nuestras comunidades y sus tierras.

Las estrategias propuestas en este encuentro no son solo una oportunidad, sino una responsabilidad compartida. En este 75 aniversario, la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos reafirma que trabajar con y para los pueblos indígenas es una prioridad inquebrantable. Seguiremos respaldando y fomentando iniciativas como esta, buscando siempre el bienestar y los derechos de los pueblos indígenas.

Quiero expresar mi profundo agradecimiento a todos los participantes, especialmente a las autoridades indígenas, representantes judiciales, parlamentarios, académicos y defensores de derechos humanos.

Para concluir, quisiera agradecer a Chile por su hospitalidad, al equipo de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos de la región de las Américas, y muy especialmente a los y las colegas de la Oficina Regional para América del Sur, a mi equipo en Panama y a los y las becarias senior Indígenas por haber hecho posible este encuentro tan fundamental para nuestra región.

Muchas gracias

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